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Visualizzazione dei post da marzo, 2010

Descansa en paz Julio.

Ayer tarde a las cinco se apagó la vida de aquel que en vida fue Julio Jara, mi padre. Se fue despacito, en silencio, casi a escondidas; con su caminar pausado, la mirada mustia y el rostro adolorido, producto de 'los palos' que le propinó el tiempo. Nació una noche de lluvia y truenos, un 18 de Mayo de 1927, en Llata, capital de la provincia de Huamalíes, en el departamento de Huánuco, en el Perú profundo. La lluvia y los truenos de aquella noche eran el presagio de las borrascas que afrontaría durante su paso por este mundo. La vida le puso muchos obstáculos, pero él jamás perdió las esperanzas de un mañana mejor; y siempre, después de una caída se levantaba con optimismo, dispuesto a continuar en la brega. Hombre honesto, trabajador esforzado, había escuchado o leído que 'solo con el trabajo se puede crear riqueza' e hizo suya la frase. Jamás se preguntó: ¿Riqueza para quién o quienes?, porque él -mi padre- trabajó como negro durante la mejor parte de su vida, pero j

Tiempo de desmamar.

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Desmamar es sinónimo de destetar, tiempo de 'quitar' la leche materna al bebé. ¿Hasta qué edad deben vivir los hijos bajo la protección de los padres? Es una pregunta que me hago desde hace bastante tiempo atrás. Observando el mundo se puede ver que la natutaleza ha dotado mejor en este aspecto a los animales que a los humanos. Tanto es así que, en ciertos aspectos, los verdaderos animales, en el sentido peyorativo de la palabra, somos nosotros los humanos. Cuando toco este tema, siempre pongo como ejemplo a mamá gallina y sus pollitos. Ella es muy protectiva en los primeros días, pero a medida que van creciendo sus polluelos, poco a poco les deja mayor libertad; algunos se toman la suya propia. Lo mismo sucede con mamá perra y sus cachorritos. Se puede ver con qué premura y cuidados 'atiende' a la camada cuando aún 'no han abierto sus ojitos'. Luego, a la par que crecen los va dejando a cargo de sus propias necesidades hasta que llega un momento en

La lujuria

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-¡Qué lujurioso que eres!, soy capaz de agarrarte a cachetadas... -Pero si solo la he mirado, amor... -¡Sí, pero casi se te salen los ojos!, ¡depravado...! -¡Fíjate, fíjate, ese tipo te está mirando!, ¿qué hago, le pego por mirarte? -¡Es otro lujurioso y depravado como tú, pues! -Pero... -¡Pero nada, ustedes los hombres son todos iguales, como cortados con la misma tijera! ... Cuando llegaron a casa aún seguían con los dimes y 'te respondo', y el pata llevaba las de perder. --------- Por pura casualidad, hoy, revisando algunos blogs, llegué a uno particularmente interesante y divertido. Hablaba o -mejor dicho- hacía hablar a sus personajes sobre 'los pecados capitales'. Confieso que no tengo pasta para crear situaciones que, en modo coherente, ameno y hasta divertido, y sin mucho esfuerzo, ir 'explicando' conceptos que, al menos a mí, mis padres y mayores jamás me explicaron. Los conozco sí, y los recordaba a medias de mis clases de religión de la secundaria, p

¡34 años!

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Dicen que 'el tiempo cura todas las heridas', pero... han pasado ya siete largos años y, el tiempo no ha sido capaz de 'hacer florecer el olvido' ni en mi mente ni en mi corazón. Hoy 2 de Marzo de este 2010, mi hijo Ledinh habría cumplido ¡34 años!. Fallecido en circunstancias misteriosas sobre los rieles de la Estación de trenes de Latina, ciudad italiana a una hora en auto desde Roma, aquel 15 de Enero del 2003, frío y lluvioso día del invierno de aquel año, quedará grabado por siempre en mi memoria como la jornada más oscura y dolorosa que me tocó vivir en el curso de mi existencia. Tengo pensamientos y sentimientos encontrados y no sé si hago bien en recordar aquel aciago momento. Me devano los sesos intentando-siquiera- imaginar las últimas horas de aquella terrible madrugada. Mi intento es vano así como es vano el intento del tiempo que pretende 'enterrar' mis recuerdos echando minutos, horas, días y años sobre lo sucedido. La única cosa que me sirve de co