Amores computados (La historia de "Mi computadorita").
Casi puedo jurar que jamás pasó por mi mente 'tener mi propia computadora'. Las primeras noticias sobre 'las máquinas inteligentes', en mí y en muchos de nosotros, entonces trabajadores de una grande constructora -hablo de la década de los 80-, crearon angustia y miedo (casi pánico), debido al temor de 'quedar desplazados', sin trabajo, pues hasta entonces las planillas de sueldos y salarios, y toda documentación contable (y similares) eran hechos a mano. Quincenalmente trabajábamos dos días consecutivos, de amanecida, para completar el pago de jornales de cerca de mil obreros. Ayudados por simples calculadoras de 4 operaciones básicas, comenzábamos el martes por la tarde, miércoles día y noche, jueves día y noche, el viernes por la madrugada tenía que estar lista la Planilla. Aquel día se sacaba el dinero del banco, por la tarde se ensobraba y el sábado se pagaba a la gente. Se ganaba bien, recuerdo, pero ni aquel 'buen salario' de entonces me habría pe...