Con el pie izquierdo...
He aquí un poco de mi propia historia. Como todos en este mundo mi madre tenía sus creencias, fe y supersticiones. No era asidua en las misas, pero de creer, creía, puedo dar fe. Yo escuchaba sus exclamaciones "Jisus!" ante noticias o sucesos inesperados. Se entiende que se refería a Jesús, pero mi madre lo pronunciaba así. Decir en voz alta el nombre del Hijo del Altísimo, era su forma de preservar a los suyos y preservarse ella misma de los malos presagios o presentimientos. A este punto, no puedo negar que, durante un largo trecho en el camino que es mi vida, me he dejado gobernar por las supersticiones, el fetichismo, los tabúes, la hechicería y la religión. Todo ello adquirido en el seno de mi familia que, a su vez, tomaron de la influencia del medio social y geográfico en el que les tocó crecer. Algo curioso, mi madre refería que conmigo había tenido un parto muy difícil, puesto que yo había nacido de pie! Más tarde me jactaría de esto con parientes y amigos, pero mi ...