Una Fe de mentiras! (mis reflexiones sobre la Fe)
Desde los tiempos bìblicos, la Fe de los hombres ha sido sometida a duras pruebas. En cada una de ellas el hombre ha solo dado muestra de tener muy poca Fe o de no tenerla en absoluto. Podemos citar muchos pasajes del antiguo y nuevo testamento si se quiere. Sin embargo, muchos hacemos gala de nuestra Fe y creencia religiosa, tanto que quisiéramos contagiar e impregnar de ellas a nuestra familia y amigos, y a cuantos màs. Todo parece real y fidedigno, pero si observamos con atenciòn los hechos de la vida diaria, encontramos solo mentira y embustes. Pregunto:
Primero, podemos clasificar la Fe? Desde mi punto de vista muy personal, existen dos tipos de Fe: Externa e Interna.
La fe externa, la que profesamos a dioses, vìrgenes, santos, chamanes, curanderos, sol, tierra, mares, rios y animales, asì como a amuletos y objetos varios, externos a nosotros.
La fe interna, para mì la Fe Verdadera y Unica. Viene a ser la fe en nosotros mismos, en nuestras fuerzas (mental y fìsica), en nuestras aptitudes y capacidades, en el poder de nuestro sistema inmunitario y de cada una de las fibras, aùn las màs ìntimas, que componen nuestro ser.
Segundo, qué cosa es la Fe? La Fe es confianza. Cuando decimos "tengo confianza en ti...", estamos manifestando nuestra fe. La Fe es Fuerza y Poder, por lo mismo se habla de la fuerza y el poder de la Fe. Pero sobre todo la Fe es Certeza y Convencimiento.
La Fe es patrimonio de la raza humana. Fue nuestra inventiva e ingenio que nos llevaron a crear a Dios (a nuestra imagen y semejanza) y nos hicieron descubrir la Fe para compensar nuestra enorme fragilidad.
Tercero, tenemos Fe, cuànto es grande y para qué sirve? No tenemos Fe, o por lo menos no una Fe Verdadera. Tenerla, grande o pequeña, bastarìa para tranquilizar nuestras mentes y nuestros espìritus en las ocasiones que necesitamos de ella.
La Fe, de cualquier ìndole, puede ser benéfica, siempre y cuando sea una Fe auténtica, verìdica, real. Nos sirve -o debiera servirnos en modo excelente- en los momentos de flaqueza, de angustia, pena y desesperaciòn. Recurrir a nuestra Fe en un momento de necesidad, deberìa bastar para disipar nuestras inquietudes y temores, y aùn dolores y sufrimientos. Pero, es realmente Fe la que tenemos?
"La fe mueve montañas", es una cita bìblica. Es decir, està ligada al cristianismo, pero cuando Jesùs hizo esta alusiòn, hacìa referencia a la Fe por sì misma, a la Fe pura y cruda. En aquel tiempo El no sabìa que, de allì a poco, serìa objeto de adoraciòn, de culto y de Fe.
Cuando digo "Fe pura y cruda", me refiero a la Fe Propia, intrìnseca, natural. Aquella que naciò con nosotros, que vive en nosotros desde mucho antes de conocer lo que es religiòn y culto, y que se irà junto con nosotros en el momento del adiòs. Y no es externa a nosotros! Vive dentro de cada ser humano! Es nuestra fuerza interna, el Poder que nos convierte en dioses! Es la certeza y el convencimiento de que se harà realidad lo que deseamos!
Me viene a la memoria el poema "Masa" de Vallejo: Un soldado que muere. Vienen a él uno, dos, veinte, cien, quinientos, mil, millones. No mueras! Vuelve a la vida! Quédate hermano!, pero el cadàver ay!, seguìa muriendo. Hasta allì nada, la Fe de millones no sirviò para despertar la Fe del individuo. Entonces "todos los hombres de la tierra le rodearon..."
Vallejo, en su genial creaciòn, nos ilustra el poder de la Uniòn e Integraciòn, de còmo el género humano solidario puede obrar milagros. Por mi parte veo en el poema el ejercicio de la Fe. La Fe de pocos no ayuda, la Fe de muchos puede servir, pero es la Propia Fe la que obra milagros!
Una ùltima reflexiòn: Debemos ejercitar nuestra Fe. Una Fe verdadera debe servirnos como amparo, escudo y protecciòn contra daños, injusticias y dolencias. No ejercer nuestra Fe, quiere decir que no la tenemos o...es una Fe de mentiras!
Nota: Dirijo estas reflexiones a las personas de mi entorno, parientes y amigos, cuyas humanidades estàn disputando una dura batalla con graves enfermedades. Mi deseo es despertar en ellos la Fe intrìnseca que vive subyacente en cada uno. Espero en un pronto reencuentro con la salud y la alegrìa de vivir!, tengo Fe en ello!
Primero, podemos clasificar la Fe? Desde mi punto de vista muy personal, existen dos tipos de Fe: Externa e Interna.
La fe externa, la que profesamos a dioses, vìrgenes, santos, chamanes, curanderos, sol, tierra, mares, rios y animales, asì como a amuletos y objetos varios, externos a nosotros.
La fe interna, para mì la Fe Verdadera y Unica. Viene a ser la fe en nosotros mismos, en nuestras fuerzas (mental y fìsica), en nuestras aptitudes y capacidades, en el poder de nuestro sistema inmunitario y de cada una de las fibras, aùn las màs ìntimas, que componen nuestro ser.
Segundo, qué cosa es la Fe? La Fe es confianza. Cuando decimos "tengo confianza en ti...", estamos manifestando nuestra fe. La Fe es Fuerza y Poder, por lo mismo se habla de la fuerza y el poder de la Fe. Pero sobre todo la Fe es Certeza y Convencimiento.
La Fe es patrimonio de la raza humana. Fue nuestra inventiva e ingenio que nos llevaron a crear a Dios (a nuestra imagen y semejanza) y nos hicieron descubrir la Fe para compensar nuestra enorme fragilidad.
Tercero, tenemos Fe, cuànto es grande y para qué sirve? No tenemos Fe, o por lo menos no una Fe Verdadera. Tenerla, grande o pequeña, bastarìa para tranquilizar nuestras mentes y nuestros espìritus en las ocasiones que necesitamos de ella.
La Fe, de cualquier ìndole, puede ser benéfica, siempre y cuando sea una Fe auténtica, verìdica, real. Nos sirve -o debiera servirnos en modo excelente- en los momentos de flaqueza, de angustia, pena y desesperaciòn. Recurrir a nuestra Fe en un momento de necesidad, deberìa bastar para disipar nuestras inquietudes y temores, y aùn dolores y sufrimientos. Pero, es realmente Fe la que tenemos?
"La fe mueve montañas", es una cita bìblica. Es decir, està ligada al cristianismo, pero cuando Jesùs hizo esta alusiòn, hacìa referencia a la Fe por sì misma, a la Fe pura y cruda. En aquel tiempo El no sabìa que, de allì a poco, serìa objeto de adoraciòn, de culto y de Fe.
Cuando digo "Fe pura y cruda", me refiero a la Fe Propia, intrìnseca, natural. Aquella que naciò con nosotros, que vive en nosotros desde mucho antes de conocer lo que es religiòn y culto, y que se irà junto con nosotros en el momento del adiòs. Y no es externa a nosotros! Vive dentro de cada ser humano! Es nuestra fuerza interna, el Poder que nos convierte en dioses! Es la certeza y el convencimiento de que se harà realidad lo que deseamos!
Me viene a la memoria el poema "Masa" de Vallejo: Un soldado que muere. Vienen a él uno, dos, veinte, cien, quinientos, mil, millones. No mueras! Vuelve a la vida! Quédate hermano!, pero el cadàver ay!, seguìa muriendo. Hasta allì nada, la Fe de millones no sirviò para despertar la Fe del individuo. Entonces "todos los hombres de la tierra le rodearon..."
Vallejo, en su genial creaciòn, nos ilustra el poder de la Uniòn e Integraciòn, de còmo el género humano solidario puede obrar milagros. Por mi parte veo en el poema el ejercicio de la Fe. La Fe de pocos no ayuda, la Fe de muchos puede servir, pero es la Propia Fe la que obra milagros!
Una ùltima reflexiòn: Debemos ejercitar nuestra Fe. Una Fe verdadera debe servirnos como amparo, escudo y protecciòn contra daños, injusticias y dolencias. No ejercer nuestra Fe, quiere decir que no la tenemos o...es una Fe de mentiras!
Nota: Dirijo estas reflexiones a las personas de mi entorno, parientes y amigos, cuyas humanidades estàn disputando una dura batalla con graves enfermedades. Mi deseo es despertar en ellos la Fe intrìnseca que vive subyacente en cada uno. Espero en un pronto reencuentro con la salud y la alegrìa de vivir!, tengo Fe en ello!
Commenti