El destino en tus manos.

Quizàs el tìtulo mejor habrìa sido "De zapateros y zapatos", pero ya està decidido.
Este post tiene mucho que ver con un par de mis zapatos. Pero, màs que con mis zapatos, con los zapateros que me lo repararon, 'renovaron' casi podrìa decir, luego que la lluvia invernal me los dejara descoloridos y con las suelas despegadas.
Quienes han leìdo mis iniciales entregas en este blog, habràn podido notar que el suscrito era un acèrrimo creyente en el Destino y en Dios. Hasta hoy creo que ambas cosas van de la mano, creer en Dios presupone la creencia en el Destino y viceversa. Pero mi caso es curioso, lo digo porque, al contrario de muchos a quienes conocer Roma, la Capital del Catolicismo Mundial, ayuda a fortalecer su Fe y su Creencia en el Divino, en mì ha surtido el efecto contrario: Conocer Roma ha apagado mi Fe y ha desarraigado casi por completo mi Creencia en Dios y los Santos en el modo que la Santa Romana Iglesia lo establece y enseña. Es innegable que la Instituciòn Eclesial, Curial, Papal es la que establece y dicta las Normas para todos los Creyentes de Fe Catòlica. Y asì como sucede con los catòlicos, son las Altas Autoridades de los otros Credos los que establecen Ritos y Normas de Creencia para todos y cada uno de sus seguidores, que los hay tambièn para todos los gustos, como en la Polìtica (lo dije ya en algùn post precedente). Todo, todo en base a aquello que las cùpulas de los Poderes Religiosos convienen. Las ovejas del ovil estàn 'prohibidas' de razonar con el propio intelecto, pero dejo este asunto porque no es el tema de esta entrega. De todas maneras, creo que està claro que habièndose apagado mi Fe en Dios, haya sucedido lo mismo con el Destino, por lo expresado lìneas arriba. De allì mi posiciòn actual de que el Destino, entendido como Meta, Finalidad u Objetivo, sea posible manejar por cuenta propia, teniendo en cuenta, sobre todo, que el Riesgo es siempre Nuestro y de nadie màs. Dicho esto:
Conocemos todos las dificultades de los jòvenes para encontrar un puesto de trabajo en las circunstancias actuales. Tener un Diploma o un Tìtulo de Estudios, ser Graduado con 110 y Lodes en cualesquier Materia, ya no garantiza a nadie un puesto seguro de trabajo, creo que en ninguna parte del mundo. Al menos no en Perù y no en Italia, que son las realidades que mejor conozco.
Entonces -yendo de lleno al punto-, ¿vale la pena estudiar tanto para, al final, 'patear latas'? Aquì en Roma, donde vivo, conozco casos de gente muy joven (abogados, economistas, ingenieros e inclusive mèdicos de diversas especialidades), graduados con el màs alto puntaje (110 y Lodes, lo dije lìneas atràs), que se han visto obligados a emigrar a otros paìses de la Uniòn Europea: Alemania, Inglaterra, Irlanda, Suecia o Finlandia para trabajar como meseros en restaurantes y hoteles o como dependientes en tiendas de moda con la finalidad de aprender o mejorar sus niveles de Inglès, para despuès regresar a su paìs y abrir un negocio por propia cuenta en el ramo turìstico: hotel, transporte, guìa o agencia de viajes porque es La Unica Alternativa: Crearse un trabajo propio y 'hacer algo por la vida'. Y esto es asì para quienes tienen las posibilidades y la Voluntad. Aquellos otros, que son muchos, que esperan en medidas del Gobierno Central, pueden muy bien 'esperar sentados', pues de otro modo se cansaràn. Y bla bla blà, y bla bla blà, el discurso puede continuar con las consecuencias que causaba en mì El Sermòn de las Tres Horas de cada Viernes Santo, allà en mi lejana infancia: Un Aburramiento (y aburrimiento) sin fronteras y las consecuencias consabidas de lo que implica no tener ingresos econòmicos.
Antes de pasar a la verdadera historia de este post, quiero repetir lo ya dicho en alguna entrega anterior: Don Dinero da Bienestar. No debemos caer en el ERROR de subvaluar, disminuir o desmerecer el Valor de los recursos monetarios que todo individuo y toda familia necesita, si no para Vivir Bien, por lo menos para Sobrevivir Bien, en ùltimo caso.
Dije que mis zapatos, mis preferidos, necesitaban Reparaciòn, las lluvias han sido copiosas en el invierno que pasò y los habìan descolorido primero, percudido despuès y despegado las suelas. Las llevè a un 'reparador' que conozco, un señor de edad que viene cotidianamente con su camiòn y se instala en la primera cuadra de Via Sannio, una calle muy concurrida del barrio San Giovanni (San Juan). Me citò para el dia siguiente, pero hizo que le pagara por adelantado. Al dìa siguiente, muy puntual estuve allì. Las suelas estaban pegadas, pero mis pobres zapatos estaban igual de percudidos, lo que me hizo venir la idea de 'deshacerme' de ellos. Pensando màs en el dinero gastado, me dije que lo usarìa hasta que se deterioraran un tantico màs antes de botarlos, pero las circunstancias hicieron que me encontrara con una vecina muy parlanchina. Cuando le mostrè mis zapatos, hizo una mueca de disgusto."¿Pero, por què no lo has llevado en tus paisanos que estàn acà cerca...?" y la charla se hizo larga en preguntas y contra preguntas...
Està por demàs decir que el trabajo de aquel zapatero remendòn dejaba mucho que desear. Usè mis zapatos por apenas dos puestas y las suelas estaban ya, de nuevo, despegadas. Amo a estos mis zapatos (los tengo puestos), pero rejuro que me asaltaron muchas dudas antes de llevarlo a donde mis paisanos.
Mi sorpresa al entrar en aquel pequeño Taller, consistiò en encontrar gente joven, muchachos de no màs de 25 años que trabajaban con la sonrisa en el rostro. Què decir, me daba gusto encontrar a gente de mi pais desempeñando un oficio con alegrìa. Quizàs en algùn momento me animarè a narrar la Historia de estos chicos. El papà de uno de ellos tiene un humilde Taller en Perù, pero quiso que su hijo hiciera la universidad.
"He estudiado Economìa, maestro, pero allà no hay trabajo y... acà es imposible; ni los mismos italianos encuentran trabajo, usted sabe" me dice ponièndose ligeramente serio. Su seriedad, me parece, venìa del hecho que 'debìa decirme el precio' del trabajito que les darìa mis zapatos. Precio razonable para el trabajo que hicieron. Mis zapatos quedaron ¡como nuevos!, su albo color semejaba el blanco esplendente del Cielo de mis sueños infantiles. Valìa la pena el precio pagado.
Son primos entre ellos, pero la historia del otro chico es diversa. Terminando la secundaria no quiso seguir màs, querìa encontrar sì, un modo de ganar dinero y, cosa curiosa, fue èl que animò al otro 'mongo' (asì se llaman entre ellos, entre risas) a abrir aquel negocio. "Aquì nos va bien, maestro, no nos podemos quejar; si hubiera descubierto màs antes este negocio, a estas alturas ya tendrìamos un palacio en Roma..." (El error de hablar primero en plural, luego en singular, y luego en plural de nuevo es del chico, no mìo).
Viven fuera de Roma -què importa- y se trasladan cada dìa en BMW, ¿quièn se da esos lujos?
¿Y entonces?, nada pues, creo que basta para entender que el Destino te lo fabricas Tù.
NOTA: El porcentaje de emigrantes, aquellos que dejan el pais para buscar trabajo y Fortuna en otros paises de la UE, USA o Australia aumentan considerablemente año tras año, lo dicen estudios serios.

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