Mis padres y sus creencias: Las ánimas y el más allá

Yo nací en una ciudad del centro oriente peruano. Mis padres de ascendencia campesina, emigrados muy jóvenes a la ciudad, capital del departamento: Huánuco, en gran medida seguían conservando (y aún conservan hasta la actualidad) sus creencias, usos y costumbres. Estas creencias, usos y costumbres de mis padres, son en realidad el resumen de la idiosincracia de todos los peruanos que pueblan aquella porción de Perú.
En la zona de donde provengo, existe la creencia que las almas de las personas que fallecen accidentalmente; es decir, no por muerte natural, vagan o andan perdidos por espacios de tiempo ilimitados. Inmediatamente después de la muerte, el espíritu se presenta a los parientes y amigos mas queridos en escenas que se pueden traducir como "rápidos golpes de vista". Es decir, la persona aparece en tu campo visivo para luego desaparecer como por arte de magia, instantáneamente. Por eso en mi tierra, cuando alguien tiene una visión de esta naturaleza, comienza a preocuparse por la salud y la integridad de la persona visionada. Estas visiones pueden darse también en casos de muerte natural, pero en estos casos las ánimas no caminan perdidas, encuentran con prontitud el sendero que los conducirá al cielo, al purgatorio o al infierno, según como haya sido su accionar durante su paso por este mundo.

Recuerdo que mi madre contaba, -yo, pequeño aún, escuchaba atemorizado- el caso de un tipo que cayó de la rondana* y se ahogó en el río. Su ánima era visible en las noches de luna, en un constante subir y bajar de la rondana. La gente que vivía de la otra ribera del río, cuando les ganaba la tarde, preferían quedarse de este lado hasta el día siguiente.

Debe ser cierto lo que contaba mi madre, pues, ya adulto, he tenido ocasión de ver por mí mismo el temor de las gentes de provincia, sobre todo de los que viven en los pueblitos más apartados; cómo al ver la proximidad de la noche, apuraban el paso para lograr pasar aún con la luz del día por aquellos lugares donde habían ocurrido las malas muertes; es decir, las muertes por accidentes.
Existe la creencia que el espíritu del difunto permanece en aquel lugar y que, dependiendo de si ha sido en vida persona de bien o malvada, su espíritu asustará a los pasantes en grande o menor medida. Contaban algunos -inclusive- de haber sido apedreados por estos espíritus.

Hasta aquí lo que me contaba mi madre y lo que conozco de las creencias de mis paisanos.
En entradas posteriores intentaré resumir mis experiencias personales con ánimas y espíritus.
Vean el video que sigue para que tengan idea de lo que es una 'rondana'.
(*)Rondana. En la selva y partes de la sierra del Perú, especie de funicular a tracción manual, usado generalmente para atravesar ríos. Fuente: experiencia propia.

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